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martes, 9 de septiembre de 2014

Sin Título previsto...

Nací un día sin motivo ninguno, mas que una laparotomía planificada, sin consulta alguna, sin consentimiento propio. ¿Era el momento? ¡Quién sabe! Quizá evitaban una metástasis en un útero ajeno. Planteando la existencia de un feto, como un cáncer propagable, inevitable, creciente, de cierto modo, es una metáfora ajustada.

¡Da igual! Preguntas Existenciales, ciclos infinitos de dudas finitas, laberintos de casualidades, caminos de causalidades. Así, transcurren los días, mis cielos, mis lunas y mis soles. Un día ves el sol levantarse en el horizonte, otro día a penas alcanzas a mirarlo. Una noche duermes a la luz de la luna, otra a penas sientes el resplandor de las estrellas.

Una ensalada, eso es, la vida es una ensalada, y todo depende del aderezo con que te la comas. Para unos la vida es una Cesar chicken, de esas que es la única que conocen, para otros una ensalada rusa, distante; y diferente la receta al resultado. Hay para quienes es una ensalada Capresa, sencilla, divina, suave y olorosa, los que se creen una exquisita Waldorf, al mejor estilo de Gossip Girl, pero terminan siendo Ensalada de Atún, básica, fácil y común. Por ahora, quiero ser una ensalada de frutas, nutritiva y natural, aunque termine siendo tizana, refrescante y tropical.

Mientras concibo entre teclas esta sencilla rubrica digital, percibo la verdadera ensalada en la que se ha convertido este escrito, aludir el alumbramiento, las confusiones propias de la vida y ensaladas en una misma redacción, es un poco revuelto, confuso y nuevo, pero pues, así soy.

No sé donde iré a detener el tren de mi vida, planifico a corto plazo, me propongo a largo plazo, pero sé que cualquier instante, algún cometa sideral, alguna aurora boreal, algunos caracoles, una gota de la catarata sagrada, o lo real, mis impulsos, desviaran el carril, haciendo saltar mi vagón, mejorando el sabor de la ensalada con esa agitada, cambiando el sentido del parto abdominal del que provengo, y ¿Quién sabe? Con los mismos pasajeros, o con el vagón vacío, el tren, que llamaré show, debe continuar, sin título alguno previsto.